lunes, 15 de marzo de 2010

Yggdrasill: árbol cósmico escandinavo

Sobre Yggdrasill, o el árbol cósmico, se apoyan los nueve mundos escandinavos. Ciervos y cabras mordisquean sus ramas, su tronco se pudre, el dragón Nidghogg masca sus raíces, lo que produce gran sufrimiento. Pero es salvado por las tres Normas: Destino, Ser y Necesidad, que riegan todos los días el agua con el pozo del destino.

Lo describe "El cantar de Grimnir". Yggdrasill es un enorme fresno que crece en el centro del cosmos protegiendo y nutriendo a los mundos.

En el cantar, los dioses cabalgan todos los días "desde Yggdrasil" para repartir sus destinos a la humanidad, y fue en Yggdrasill donde Odín, dios supremo, se sacrificó por voluntad propia, colgándose durante nueve días, antes de poder agarrar las runas del poder. Yggdrasil daba la vida a nueve mundos, dispuestos entre capas:

1. Superior: Asgard, el reino de los Aesir, de los dioses guerreros.

2. Vanaheim, reino de los Vanir o dioses de la fertilidad.

3. Aflheim, reino de los elfos de la luz.

En la capa central, unidos con Asgard por Bifrost, el puente del arco iris, estaba Midgardr (Tierra Media), reino de los hombres mortales, y también Jotunheimr, mundo de los gigantes, Nidavellir, tierra de los enanos Svartalfheiem, tierra de los elfos negros. Debajo estaba Niflheimr, reino de los muertos, y su fortaleza Hel.

El noveno mundo, a veces se considera que es Hel y a veces el fuego primigenio Muspell, que aniquilará la creación al final de los tiempos.

El árbol Yggdrasill sobrevivirá y protegerá en el bosque de Hoddmimir al hombre y a la mujer que han de repoblar el mundo. Las ramas de Yggdrasil se extienden por todo el mundo y llegan hasta los cielos.